2.
Incremento de la memoria y la creatividad. En el
estudio de la música y/o de un instrumento musical se ponen en juego fundamentalmente tres aspectos: la memoria visual, la memoria muscular o gestual y la memoria auditiva, que interactúan en un complejo proceso intelectual. Este entrenamiento cotidiano contribuye a ampliar la memoria, ya aplicada a otros aspectos de la vida, permitiendo fijar los recuerdos, recientes o antiguos. Además, el estudio y escucha de la música potencian la creatividad y la agilidad mental, facilitando la solución de problemas de forma imaginativa.
3.
Desarrollo de habilidades motoras y rítmicas. La
audición musical guiada estimula el desarrollo de un conjunto de capacidades motoras en los más pequeños, que se ven incrementadas una vez el niño comienza a tocar un instrumento. La particularidad del estudio de un instrumento, con sus rutinas y ejercicios, ayudan a interiorizar y desarrollar una capacidad de coordinación que difícilmente se puede desarrollar de otra manera.
4.
Incremento de la seguridad en uno mismo y facilidad para socializar. La
práctica musical es un vehículo que puede incrementar la autoconfianza y contribuir en la solución de los problemas de falta de autoestima de los niños, especialmente durante la adolescencia. La práctica y progresos diarios, y el compartir la música con otras personas en conciertos y/o reuniones, refuerzan en el joven la seguridad en sí mismo y brindan la posibilidad de establecer nuevas amistades y relaciones.
5. Reduce el estrés. Muchos profesionales de la medicina prescriben escuchar música a aquellas personas que sufren de estrés y de ansiedad. Además, la música ayuda a generar endorfinas, la hormona de la felicidad. La música también mejora el desarrollo del área cerebral implicada en la motivación, el placer y la recompensa.
«La enseñanza de la música no se tiene que encasillar sólo en la música que normalmente denominamos clásica; la música popular contemporánea está llena de joyas de gran riqueza melódica, armónica, rítmica, etc. Debemos aprovechar esta posibilidad, que resulta por lo general muy cercana al interés los alumnos, a la vez que seducirles y motivarles al abordar las obras de los clásicos, poseedores desde luego de un gran valor musical y pedagógico», afirma Mauricio Vuoto, director de la Escuela de Música de Brains International Schools.